Desde
los orígenes de la historia china se crearon objetos
en bronce, jade y hueso, que recogieron el espíritu
y efecto buscado en los rituales chamanistas.
Estas
formas en bronce y jade muestran por primera vez uno de los
principios esenciales del arte chino: la síntesis entre
el espíritu creador artístico y la función
social y jeráquica a la que estaban destinados desde
su concepción. El primero de ellos se mostraba en la
exquisitez de las formas, en el origen de los temas decorativos
tomando como paradigma las fuerzas de la naturaleza y su acción
sobre el espíitu humano, y en el gran conocimiento
ténico de los materiales que ha caracterizado todas
las formas artísticas.Como
complemento tanto la diversificación de las formas
como la iconografía con la que se adornaban correspondían
a los principios de jerarquización social y uso ritual
que caracterizaron los inicios de la civilización china
con las dinastías Shang y Zhou.
En esta última
dinastía surgen las escuelas de filosofía
que profundizando sobre la relación del individuo
con su entorno y la consideración social del mismo,
estableceran los fundamentos teóricos sobre los que
siglos más tarde se desarrollará la teoría
china del arte. Nos
referimos fundamentalmente al taoísmo y el confucionismo,
sino por ello afirmar que existe una clara división
entre lo que algunos consideran arte taoista como manifestación
disgregada de un supuesto arte confuciano.
El
trazo y la pincelada en el arte chino
Es cierto que la poesía, pintura y caligrafía
representan todas ellas a través del pincel, la esencia
misma del pensamiento artístico taoísta, pero
no hay que olvidar que incluso estas artes sublimes tuvieron
su función social, su jerarquización y en
consecuencia participaron del pensamiento confuciano.
Esto
era el arte con mayúsculas, reservado a una clase intelectual
formada en los clásicos, y la tradición, donde
se reconoce y valoraba al artista y la obra de arte en su
unidad y no como producto social. Desde la primera escritura
tratada artísticamente y convertida en arte de la caligrafía
por Wang Xizhi en el siglo IV d.C. hasta los últimos
heterodoxos de la dinastía Qing, los pintores Zhuda
y Shitao, la caligrafía, pintura y poesía han
estado unidas en unos mismos principios técnicos y
estilísticos.
Los instrumentos básicos -tinta, papel, pincel y tintero-,la
formación clásica, y la búsqueda del
ritmo, espontaneidad y expresividad basados en el trazo y
la pincelada han sido los elementos comunes a partir de los
cuales se han desarrollado diacrónicamente a lo largo
de los siglos.
La
palabra, el caracter es considerado como una imagen,
como la abstracción de una idea y concepto,
y la imagen pictórica en la que se reconoce
tanto a un caracter como a un paisaje
se lee como una palabra, fusionándose así
el pensamiento
artístico en poesía, caligrafía
y pintura.
Gusto
por los materiales en el arte chino
Junto a este sentido
conceptual de las obras políticas y literarias,
el arte chino se ha recreado a lo largo de su historia
en los materiales. Con ellos se han creado objetos
para los ritos (bronce,jade, ...), objetos diseñados
para embellecer la vida cotidiana (cerámica,
laca, seda, madera) y grandes obras destinadas a
perpetuar un sistema social tanto en el presente
como en las vidas posteriores (escultura, arquitectura,
...).
Algunos de estos materiales mencionados se desarrollaron
de una manera casi única en un contexto histórico
determinado, mientras que otros se adoptaron a nuevos
usos y formas. Así observamos que el bronce
y el jade son característicos de las dinastías
Shang y Zhou, ligados siempre al ritual y a la representación
social.
La laca y la seda coinciden en asociarse con el
momento histórico de expansión política
y cultural del imperio chino durante la dinastía
Han (206 a.C.- 220 d.C.), siendo también
los primeros materiales sobre los que se diseñó
pensando únicamente en la belleza del objeto
y no en su uso ritual.
A partir del reinado de Qinshi Huangdi (220-206
a.C.) la ceràmica, cuyas primeras formas
aparecieron en el Neolítico sirviendo en
muchos casos de referencia a las formas en bronce,
adquiere un mayor valor al realizarse con ella la
reproducción del gran ejército imperial
con el que el emperador quiso proteger bajo tierra
su mausoleo.
A partir de entonces,
la cerámica (arcilla, terracota, gress y
porcelana) se vuelve, gracias a la capacidad de
organización laboral de los centros alfareros,
las innovaciones técnicas y la habilidad
de los artesanos en el material más versatil
y polisemítico de todos.
Desde la sencillez del barro cocido y pintado
el alfarero chino ha sido capaz mediante la
aplicación de vidriados y técnicas
decorativas y el control de la cocción
una inmensa variedad formal y tipológica,
capaz de satisfacer todos los gustos y necesidades.Los
ajuares funerarios impulsaron el desarrollo
cerámico al demandar la reproducción
en cerámica de los bienes y personas
que habían acompañado al difunto.
La carencia de otros
materiales (bronce, jade), hizo que a través
de los barnices se intentara buscar los efectos crómicos
y plásticos de otros materiales.
Las piezas en cerámica funerarias encontraron
en la dinastía Tang su mejor expresión
con la aplicación, mediante inmersión
y goteo, de tres colores o sancai.
En la dinastía Song, se transformaron totalmente
los usos y las formas de la cerámica. El conocimiento
desde el siglo X del caol? -ingrediente necesario
para conseguir la porcelana- junto con el desarrollo
economico de esta dinastía y la búsqueda
de una mayor exquisitez en el diseño de los
objetos cotidianos por parte de la clase letrada,
permitió la aparición de nuevos tipos
cerámicos. Así se diferenciaban los
productos destinados a uso imperial, frente aquellos
solicitados por los letrados, los comerciantes y otras
comunidades.
El cambio del siglo XIII se vio reflejado en el campo
artístico, en su industrialización y
su distribución en el exterior del país.
El tipo cerámico azul y blanco, es el más
característico de esta transformación
siendo sinónimo el nuevo repertorio iconográfico
y el paulatino cambio en su distribución y
concepción espacial que afectará a todos
los materiales.
La última dinastía
mostró al mundo un gusto por la ornamentación,
la exhuberancia ténica y el alarde formal,en
una variedad de formas y materiales, que reflejaban
el nuevo gusto y estética de la dinastía
manchú..
Arte
para la representación y la colectividad
La escultura en piedra y la arquitectura en madera
fueron los cauces a través de los cuales la
sociedad se manifestó como colectividad profundamente
jerarquizada.
La escultura en piedra se inició como majestuosa
y representativa decoración de los caminos
funerarios de las tumbas imperiales en la dinastía
Han. Grandes animales reales y mitológicos,
representación de los estamentos sociales -letrados,
militares, extranjeros, etc.- fueron los temas elegidos
para dignificar el poder.
Por
ello es un arte anónimo, creación de
talleres colectivos, en donde la piedra se tallaba
monolíticamente en cuanto material y concepto.
De todo ello son muestra las esculturas que flanquean
el camino de los espiritus de las dinastías
Han, Tang y especialmente las Tumbas Ming, así
como la escultura representativa de los palacios imperiales.
Pero
la escultura tuvo también fines religiosos
ligados a la difusión del budismo en China.
Las grutas de Yungang, Longmen y Dunhuang, muestran
el trabajo en piedra, ladrillo y estuco , que dio
forma al panteón budista. En ellos se aprecia
la influencia extranjera y su transformación
o adaptación al gusto y estética chinos,
como una de las mayores aportaciones de los intercambios
producidos en la Ruta de la Seda.