Llegará un día en
el que sea habitual ver a gran parte de los más de1.260 millones
de chinos animando a su selección en cualquier deporte. Con
semejante afición como rival, ya pueden temblar las estrellas
del deporte occidental. Ese día puede que no sea tan lejano.
Con la vista puesta en los Juegos
Olímpicos de Pekín de 2008, los habitantes del país
más poblado del mundo han empezado a demostrar tímidamente
su afición al deporte.
Un estudio indica que el fútbol
es el deporte que más rápidamente se está expandiendo
entre la población china, aficionada por tradición
a la gimnasia deportiva, las artes marciales y el tenis de mesa.
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