El
origen de la lengua japonesa |
La mayor parte
de las lenguas de nuestro planeta tienen un origen más
o menos determinado. La lengua japonesa es una excepción.
Los filólogos llevan décadas discutiendo sobre
el incierto origen del japonés. En su origen no tiene
ninguna relación ni con la lengua ainu, ni con el chino.
El chino es una lengua monosilábica y completamente
distinta, en su composición y formación, al
japonés. Los ainu eran una raza que procedía
de Siberia y ocuparon las islas del Japón muchos años
antes de que la actual raza japonesa les confinara a las provincias
del extremo norte de Japón, Hokkaidô y Karafuto
(siglo VII a.C.). Actualmente sólo existen unos 15.000,
en su mayoría en la isla de Hokkaidô. Conservan
sus costumbres y tradiciones típicas, y hablan su propia
lengua, distinta de la japonesa.
Por guardar algún parecido con el coreano y el mongol,
se ha incluido en el grupo de las lenguas altaicas (mongol,
somoyedo, tungunaso, etc.). La lengua japonesa es una lengua
aglutinante, como el coreano, el mongol, el turco, el húngaro,
el finés, etc. Esto quiere decir que forma palabras
con sufijos y afijos añadidos al radical.
Aunque la lengua japonesa, sintácticamente, no tenga
relación alguna con el chino, su vocabulario está
compuesto, en su mayoría, de palabras chinas, introducidas
bastante recientemente.
El japonés podría ser considerado dentro de
una filiación lingüística independiente
y no con un origen derivado de otras lenguas. Como prueba
de ello estarían tanto su aislamiento geográfico
como el ser la lengua de un pueblo que no ha sufrido ninguna
invasión extranjera.
Se conoce por Yamato tanto al Japón antiguo como a
su primitiva lengua. El archipiélago japonés
comenzó a poblarse en el 2500 a.C. con pueblos mongólicos
procedentes del continente asiático, principalmente
en las islas de Hokkaidô y Kyûshû (Japón
está formado por tres grandes islas, las ya mencionadas,
y la más extensa, que es la de Honshû).
La raza de Yamato llevaba ya nueve siglos en Japón.
Como todo pueblo, comenzó a desarrollar una lengua
y una cultura. Se sabe que su arcaica lengua era polisilábica,
aunque se desconoce si poseían escritura. Sea como
fuese esta lengua, cuando los primitivos japoneses estaban
culturalmente preparados para desarrollar una lengua escrita
sufrieron el influjo cultural del continente asiático.
No fueron los chinos quienes llevaron su cultura a Japón,
la cultura china llegó a través de sabios coreanos.
Esta llegada no fue homogenea ni temporal ni geográficamente.
La fecha de esta invasión cultural va desde el siglo
III hasta el siglo VII (la mayoría de los autores hablan
de que ya en el siglo III de la Era Cristiana comenzaron a
introducirse las ciencias y literatura chinas). Como fecha
concreta se puede dar la del 405 a.C. en que la Corte Imperial
adopta oficialmente la escritura china.
El pueblo japonés adoptó los ideogramas o caracteres
kanji como forma de escritura. Desde ese momento los japoneses
usaron los caracteres kanji para expresar sus ideas y conceptos.
Un ideograma es una unidad conceptual que tiene significado
por sí misma, a diferencia de nuestro alfabeto, que
necesita la unión de vocales y consonantes para expresar
un concepto. En un principio, como suele ser normal en la
introducción de nuevas culturas, la escritura china
se difundió sólo entre las clases más
selectas. El libro más antiguo que se conserva es el
Kojiki ("Crónica de los sucesos antiguos"),
una obra histórica y mitológica fechada en el
712 de nuestra era, que está escrita en una mezcla
de japonés y chino.
La influencia no fue sólo de la escritura, sino en
el lenguaje mismo. Los japoneses adoptaron el vocabulario
chino y lecturas chinas de los kanjis, pero les dieron sus
propios significados. El idioma japonés, sin haber
desvirtuado en lo más mínimo su autonomía
lingüística, ha sido inmensamente enriquecido
conceptualmente gracias a los caracteres chinos.
Los japoneses no sólo adoptaron los ideogramas para
expresar sus ideas, sino que inventaron una fonética
especial basada en los sonidos iniciales de los ideogramas
chinos para expresar sonidos de su propia lengua. Usaron los
caracteres kanjis para representar las palabras que ellos
pronunciaban; por eso se perdió parte del significado
original de los kanjis. En otros casos se tomaron los caracteres
chinos utilizando sólo su fonética para representar
determinadas sílabas japonesas. Este hecho originó
la escritura man´yôgana y ésta a su vez
evolucionó para convertirse en los "abecedarios"
silábicos que se conocen con los nombres de hiragana
y katakana. |